Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, III Duque de Alba, conocido como el Gran Duque de Alba, fue un importante general, consejero y administrador del emperador Carlos V y del rey Felipe II de España, llegando a ser uno de los militares más importantes en la historia de España.

Retrato del Gran Duque de Alba realizado por Tiziano

En 1579 fue condenado al destierro de la Corte y enviado a la fortaleza de Uceda, donde permanecería durante poco tiempo, hasta 1580.

Los motivos que le llevaron a dicho castigo fueron los siguientes:

Su hijo y heredero Fadrique había dado promesas de matrimonio a una dama de la corte, Magdalena de Guzmán, al no cumplirlas fue arrestado y encarcelado en el Castillo de La Mota, en Medina del Campo, en 1566. Al año siguiente fue puesto en libertad para que pudiera marchar con su padre a Flandes y servir en el ejército.

En 1571, Fadrique, con el apoyo de su padre, se casó en secreto con María de Toledo, hija de García de Toledo, marqués de Villafranca y virrey de Sicilia, primo del duque de Alba. Cuando al regreso del duque y su hijo a Madrid, en 1574, se conoció lo sucedido, el rey ordenó abrir un proceso que concluyó en 1579 con la condena a prisión de Fadrique, que fue confinado de nuevo en el castillo de la Mota, y la condena al destierro de la corte y exilio a Uceda del propio Duque de Alba, con prohibición de salir de la Villa.

Abandonó este destierro en 1580 cuando Felipe II, que optaba al trono de Portugal vacante tras la muerte del rey Don Sebastián, necesito sus servicios para eliminar militarmente cualquier otra pretensión a dicho trono.

El Duque de Alba esta también indirectamente ligado a Uceda, pues Juan Vela de Bolea (el Capitán Bolea), estuvo a sus órdenes, entre otras batallas, en la Batalla de Mühlberg, en la cual tuvo una participación casi definitiva…. pero eso lo contaremos otro día.